jueves, 5 de agosto de 2021

La Santísima Trinidad

 La Santísima Trinidad

    La Santísima Trinidad es el dogma fundamental del cristianismo. Consiste en la creencia de que Dios es uno y trino, es decir, es una unidad conformada por tres personas divinas relacionadas entre sí: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

    La Santísima Trinidad se ha manifestado a través del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Pero la plena revelación del misterio de la Santísima Trinidad se le atribuye al mismo Jesús, tanto a juzgar por su relación manifiesta con Dios, a quien llamaba “Padre”, como por medio de su testimonio y sus enseñanzas.

    En el marco del dogma, el Dios Padre es el creador de la vida en todas sus formas y manifestaciones. Jesús es el Hijo único de Dios, quien procede de su misma naturaleza y acepta encarnarse en la Humanidad para dar cumplimiento a los designios del Padre. Por último, el Espíritu Santo, que proviene de ambos, es el que infunde la vida e inspira acciones y palabras de bien en los corazones.

    En su enseñanza, nuestra Iglesia como Madre y Maestra, ha enseñado que el Padre es la Primera Persona Divina, se le atribuye y realiza la obra de la Creación. Es decir, Dios Padre crea la vida, la materia, la naturaleza, Él crea los Ángeles, Él crea al ser humano, físico-espiritual, Él lo hace todo bien, tanto es así, que crea a la persona humana a su imagen y semejanza. Ese Padre Maravilloso, nos crea y nos mantiene en esta misma existencia.

    A Jesucristo, Segunda Persona Divina se le atribuye y realiza la obra de la Redención; Cristo entrega su vida inocente, en muerte de Cruz, como expiación por los pecados de los seres humanos, ya sea el original, el personal y el social. Él se inmola libremente, por nuestra Redención; así en Él tenemos opción a su Gracia y a su Vida Eterna.

Al Espíritu Santo, tercera Persona Divina, se le atribuye y realiza la obra de la Santificación de las personas. Es Él, quien nos impulsa a dirigirnos a Dios diciéndole “Abba”, “Papacito bueno”, confío y confiaré siempre en ti. Es el Espíritu Santo, quien nos santifica al impulsarnos a hacer el bien, a ser justos, a cumplir con el deber, a ser personas sanas. El Espíritu Santo, así logra nuestra santificación, a fin de vivir en la amistad con Dios, en el tiempo y en la eternidad.

martes, 3 de agosto de 2021

Los 4 Evangelistas

Los 4 Evangelistas 

    Forman parte del Nuevo Testamento y pertenecen al canon de las Escrituras. Es casi seguro que los evangelios de Lucas y Marcos se publicaron en los años 62-66 inmediatamente antes de la ruina de la nación judía anunciada por Jesús. El de Mateo es un poco posterior: en los años 80. El de Juan, el más tardío, fue publicado después de la muerte de su autor, en los años 95-100.

        Mateo

    Este Evangelio está destinado a los nuevos cristianos de origen judío. Parece estar datado en los años 80 y habría sido redactado en Jordania o en Siria. El autor es manifiestamente un judío impregnado de cultura bíblica que ha llegado a ser cristiano. Escribe, con numerosas referencias al Antiguo Testamento, para judíos que han elegido seguir el camino de Jesús. En su texto aparecen las tensiones entre judíos, sobre todo respecto a los que han abandonado su universo judío para reconocerse en Cristo. Mateo, preocupado por señalar la continuidad entre estas comunidades, comienza su testimonio con una genealogía que presenta a Jesús como el descendiente de David. A lo largo de numerosas referencias a la Escritura, presenta a Jesús como un nuevo Moisés, que interpreta y lleva la Ley a su raíz. El autor hace entender que extraños a su pueblo reconocerán a Jesús. Explica que la Ley judía se convierte en una ley interior, que consiste esencialmente en amar al prójimo.

        Marcos

    Su Evangelio, el más breve de los cuatro, es el más antiguo, redactado entre los años 65-70, probablemente en Roma. Según algunas tradiciones, Marcos habría sido discípulo de Pedro. El libro está destinado a un público, quizás romano, sacudido por las persecuciones de Nerón y que conocía mal el judaísmo palestino. Marcos cita poco la Biblia, y explica las palabras y los usos judíos. Su escritura griega es popular, fácilmente accesible, llena de vida. Presenta un Jesús libre, que rechaza ser el Mesías político y real que los judíos esperaban. Está abierto a los no judíos. En su texto, es el centurión romano, es decir, un extraño al mundo judío el que da la clave final: «Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios». En el centro del Evangelio, la cruz. Todo lector comprende así que también él debe correr ese riesgo.

         Lucas

    La tradición hace de Lucas un compañero de Pablo. Su Evangelio habría sido escrito hacia el año 85, en Antioquía, después de la ruina de Jerusalén y de la destrucción del Templo en el año 70. La escritura parece ser la de un hombre de cultura griega, que se dirige a comunidades griegas anteriormente paganas, lejos del judaísmo. Su segundo libro se titula Hechos de los Apóstoles y forma igualmente parte del Nuevo Testamento. Estos dos libros constituyen la primera historia del cristianismo, comenzando con el nacimiento de Jesús hasta la llegada de Pablo a Roma, sesenta años más tarde. Lucas incluye algunos episodios ausentes en los otros Evangelios, como, por ejemplo, el del Buen Samaritano. Insiste en el hecho de que la Buena Nueva no está reservada a los judíos.

        Juan

    Este texto, muy diferente de los otros tres evangelios, parece ser el resultado de una larga elaboración literaria, que desemboca hacia el año 90, probablemente en la región de Éfeso, en la Turquía actual. Se dirige a un público apasionado de filosofía griega. Es una obra meditativa, que relata pocos acontecimientos. Juan insiste en la relación estrecha que une Jesús a Dios. Su texto es el único que relata las bodas de Caná, el encuentro con la Samaritana, el lavatorio de los pies. Se presenta a Jesús como el Verbo, la Palabra de Dios. Juan insiste en la dimensión simbólica de los acontecimientos, de los signos que relata, que cada uno debe reconocer.

        Símbolos de los Evangelistas 

    El león representa a Marcos porque su Evangelio comienza hablando de San Juan Bautista, que clama en el desierto. Su voz es como la del león, un animal fuerte y noble, como lo será Jesús. El toro es Lucas porque empieza hablando del sacrificio de Zacarías a Dios y el toro es el símbolo del sacrificio, el deseo de una vida espiritual que permite al hombre triunfar por encima de las pasiones animales y obtener la paz. El águila simboliza a Juan porque esta ave se considerada un animal sabio y clarividente, que cuando vuela mira directamente al sol, y el Evangelio de Juan es más abstracto y teológico que los demás. Finalmente, el ángel es Mateo, porque es el único que habla de la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre, y además representa el amor divino, enviado por los ángeles (mensajeros de Cristo) a los humano.

 

sábado, 31 de julio de 2021

Los 3 Arcángeles

 Los 3 Arcángeles

        La Iglesia Católica reconoce la existencia de solo tres Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael.

    La existencia de los ángeles es una verdad de fe. Se trata de seres incorpóreos, espirituales, perfectos, creadas por Dios al principio de los tiempos con el objetivo de hacerlos sus siervos y mensajeros. Ellos siempre y para siempre han contemplado el rostro de Dios, listos para precipitarse a cada uno de sus comandos, atentos oyentes y ejecutores de Su palabra.

    Desde la antigüedad, se considera el hecho que las filas angelicales están organizadas en una especie de Corte celestial, en la que los ángeles tienen diferentes grados y dignidades. Los tres arcángeles ocupan las esferas más altas de esta jerarquía angélica. Ellos también tienen tareas similares a las de los ángeles ordinarios, pero sus deberes son aún mayores e importantes. Es su deber contemplar a Dios, día y noche, glorificarlo incesantemente preservando y protegiendo el misterio. Sus mismos nombres sugieren su papel y su propia naturaleza.

        San Miguel

    Su nombre deriva del hebreo Mi-ka-El, que significa “¿quién como Dios?”

Es un guerrero con armadura que blande una espada, o intento de atravesar a un dragón con una lanza, que simboliza el Demonio. De hecho, este es el papel desempeñado por Miguel, la del luchador en la lucha contra los ángeles rebeldes encabezados por Lucifer. Fue él quien llevó a los ejércitos celestiales en la guerra que condujo a la expulsión del Paraíso de los ángeles rebeldes, y desde entonces continúa erigiéndose como el defensor de Dios contra el Maligno y sus engañadores.

El Arcángel Miguel, el ‘guerrero celestial’, es el protector de los espadachines, de los maestros de armas. Sus habilidades como juez de almas también lo han convertido en un patrón de todos los oficios que implican el uso de una báscula como comerciantes, farmacéuticos, pasteleros. También es patrón de la Policía.

        San Gabriel

    Su nombre proviene del hebreo y significa “Poder de Dios” o “Dios es fuerte” y en sus manos lleva un lirio, símbolo de la Anunciación a María. Es uno de los ángeles más cercano al trono de Dios, hasta el punto de ser llamado “la mano izquierda de Dios”. En la tradición cristiana, Gabriel es recordado sobre todo por su papel como mensajero.

    Él reveló a Zacarías el futuro nacimiento de Juan el Bautista, apareció en sueños a José para hacerle desistir de repudiar a María, debido a su embarazo fue la obra del Espíritu Santo, y por supuesto, fue el autor del anuncio a María misma, de su concepción milagrosa y del nacimiento de Jesús. Él trae el mensaje de Dios a los hombres, haciéndolo comprensible para ellos, ayudándolos a ponerse a la escucha con el corazón puro y aceptar la voluntad del Todopoderoso.

    Algunas interpretaciones han querido ver en él al ángel que soplará el cuerno anunciando el Día del Juicio, de acuerdo con el Apocalipsis de Juan. Gabriel es considerado el protector de quienes trabajan en comunicaciones, carteros, embajadores, periodistas y mensajeros.

        San Rafael

    Rafael es el arcángel cuya misión es traer sanación. De hecho, su nombre proviene del hebreo y significa “Medicina de Dios” y se representa con un frasco que contiene medicinas y pescado, patrón de farmacéuticos, viandantes y refugiados.

    Dios lo elige como la guía de Tobías en su viaje para recoger el crédito dejado por su padre. Durante el viaje, Rafael, en forma humana, encuentra una novia adecuada para Tobías y hace recuperar la vista al padre del niño.

    Rafael es considerado el patrón de los jóvenes, los farmacéuticos, los educadores, los viajeros y los refugiados. Su papel como sanador, de “medicina de Dios”, siempre se interpreta como la voluntad de sanar el alma, aliviarla de sus sufrimientos para hacerla dispuesta a recibir a Dios.

    A través de San Rafael, el poder curativo y purificador del amor de Dios desciende sobre nosotros, haciéndonos más dignos, más cercanos a Dios.

miércoles, 28 de julio de 2021

Los 7 Dolores de la Virgen María

 Los 7 Dolores de la Virgen María

    El símbolo de los siete puñales clavados en un corazón es un elemento de la iconografía mariana muy presente en nuestra Semana Santa. Los siete puñales representan los siete dolores de la Virgen María, referidos a los sucesos de la vida, pasión y muerte de su hijo.

        Primer Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.

    Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.

        Segundo Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José

    Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.

        Tercer Dolor: La pérdida de Jesús

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor.  Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.

        Cuarto Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.

        Quinto Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.

        Sexto Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.

        Séptimo Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos.

lunes, 26 de julio de 2021

Los símbolos de la Pasión de Cristo

Los símbolos de la Pasión de Cristo 

    Los símbolos de la Pasión de Cristo (Arma Christi) simbolizan el sufrimiento de Cristo, a la vez que aluden a las armas con las que este logró vencer a la Muerte y al Demonio. La representación aislada de los instrumentos de la Pasión. 

            Los símbolos de la Última Cena

        El Santo Grial o cáliz

    El Santo Grial o Cáliz, es el recipiente o copa usada por Jesucristo en la Última Cena. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea es que Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial el cual usó para recoger la sangre y el agua emanadas de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo.

        Las 30 monedas de plata

    Treinta piezas de plata fue el precio por el cual Judas Iscariote traicionó a Jesús de Nazaret, según el Evangelio de Mateo​ en el Nuevo Testamento. Antes de La Última Cena, Judas se dirigió a los sumos sacerdotes y acordó entregar a Jesús a cambio de treinta monedas de plata.

            Los símbolos de la Oración en el Huerto

        El Ángel

    En el momento que Jesús se ofrecía al Padre para consumar la obra de la Redención el Ángel Consolador se apareció a Jesús para fortalecerlo proponiéndole consideraciones que podían aminorare su tristeza y fortalecer las potencias inferiores de su alma, el Ángel no enseñó a Cristo como un maestro que ilumina a un discípulo. Cristo no ignoraba los pensamientos propuestos por el Ángel, pero su razón superior los tomaba en consideración sin permitir a sus potencias inferiores recibir consolación alguna; el Ángel se le apareció de una manera sensible, humana, y le habló exteriormente.

            Los símbolos del Prendimiento

        La linterna o antorcha  

    Utilizada por Judas y por algunos soldados enviados por los sacerdotes principales los cuales iban en multitud para arrestar a Jesús en el Huerto de Getsemaní.

        La espada

    Simón Pedro quién cortó la oreja de Malco, un sirviente de Caifás, el sumo sacerdote. Jesús curó la herida y dijo “todos los que toman la espada perecerán por la espada”.

        Los Bastones

    Utilizados por la guardia romana al momento de arrestar a Jesús. 

        La mano de Caifás

    La mano del sumo sacerdote del sanedrín que abofeteó a Jesús al considerarlo blasfemo. Esta también representa a su vez la de los que golpearon a Jesús. 

        Las cadenas o cuerdas

    Estás sostenían las manos de Jesús la noche que Él pasó en la cárcel.

        El Gallo

    Pedro seguía de lejos a Jesús cuando lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote. Los Apóstoles habían encendido una hoguera en medio del patio y estaban sentados alrededor; Pedro se sentó entre ellos. Una criada de la casa, al ver sentado a Pedro junto a la hoguera, se le quedó mirando y dijo: “Este también estaba con Él”. Pedro lo negó y dijo: “¡Mujer, no le conozco!”. Poco después, otro criado viendo a Pedro dijo: “Tú también eres uno de ellos”. Pedro le respondió: “¡Hombre, no lo soy!”. Pasada como una hora, otro criado aseguraba: “Cierto que este también estaba con Él, pues además es galileo”. Le dijo Pedro: “¡Hombre, no sé de qué hablas!”. Y en aquel momento cuando Pedro aun estaba hablando cantó un gallo, y el Jesús volteo y miró a Pedro, y este recordó las palabras del Jesús, cuando le dijo: “Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces”.  Después de esto Pedro salió de la casa llorando amargamente.

        La túnica inconsútil

    Herodes le realizó unas preguntas a Jesús las cuales no contesto por ese motivo Herodes en forma de desprecio hizo vestir a Jesús una túnica sin costuras. 

        El pilar o columna 

    Nuestro Señor fue atado públicamente a una columna para ser sometido a la flagelación, ejecutada por dos verdugos romanos, mediante un instrumento de tortura generalmente mortal por su efecto de desangrar y descarnar. Jesús fue atado a esta columna en forma tal que sus verdugos pudiesen tener su espalda ampliamente expuesta ante ellos a fin de flagelar desde los hombros hasta la porción inferior de la espalda y los muslos en su parte posterior.

        El flagelo o látigo 

 Era un látigo con mango corto y con varias cadenas finas de hierro que terminaban en pequeños pesos, con el que le produjeron mucho daño a Jesús después de los 39 latigazos que recibió en la espalda y en los muslos.  

        La vara de abedul

    Instrumento de castigo corporal que utilizaron para golpear el rostro de Jesús y que utilizaron para dárselo en forma de cetro a Jesús y que fuera medio de burla. 

            Las Uñas del flagelo

        Estas  fueron utilizadas por los soldados que azotaron a Jesús para causarle las 4 heridas de los antebrazos y los de la espalda. 

           La Clámide púrpura

        Esta  fue usada para cubrir a Jesús cuando lo coronaron y poco antes de ser flagelado.

           La Corona de Espinas

        Los soldados romanos se la colocaron a Jesús durante su pasión. Tenía una doble función: humillar a Jesús coronándolo como rey de los judíos, en tono de burla y provocarle daño y dolor.

                El camino del Calvario

         La Cruz

        Esta representa la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado y rescató a la humanidad de la condenación.

           El velo de la Verónica

        Cuando Jesús iba de camino al Calvario se encontró a una mujer llamada Verónica la cual le secó la sangre que le escurría por el Rostro y al momento de ella ver su velo quedó impregnado el Rostro de Jesús en el.

                La crucifixión 

            Las tres cruces

        Eran las tres cruces que se encontraban en el monte Calvario cuando crucificaron a Jesús junto con dos delincuentes llamados Dimas quien era el ladrón bueno y Gestas quien era el ladrón malo.

            Los Dados

        Estos fueron con los que los soldados se pusieron a apostar las vestimentas de Jesús.

            El Martillo y los tres Clavos

        Estos fueron utilizados en el Monte Calvario para sostener las manos y los pies de Jesús a la cruz.

            El título I.N.R.I.

        Este fue colocado en la punta superior de la cruz para que todos vieran el mensaje que decía "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos".

            La Jarra y la caña con una Esponja

        La jarra contenía la hiel y el vinagre en donde remojaron la esponja para darle de beber a Jesús cuando estaba en la Cruz.

            La Lanza 

        Esta fue utilizada por un soldado romano llamado Longino con la que atravesó el costado de Jesús del cual brotaron agua y sangre.

            El sol, la luna y una estrella

        Estos tres forman un eclipse total de sol el cual se produce en el momento de que Jesús entregara su alma al Padre.

            La Calavera 

        Está representa la redención del primer hombre en la tierra y el nombre Gólgota que era el monte en donde Jesús fue crucificado.

                El Descendimiento y Entierro

            Las Escaleras 

        Estas fueron utilizadas por José de Arimatea y Nicodemo quienes descendieron a Jesús de la cruz.

            Las Tenazas 

        Utilizadas para quitar los clavos de las manos y pies de Jesús al momento del descendimiento.

            Mirra

        Utilizada en el sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús antes de enterrarlo.

            El Sudario

        Utilizado para envolver el cuerpo de Jesús en la tumba y poderlo sepultar. 

La Santísima Trinidad

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