sábado, 31 de julio de 2021

Los 3 Arcángeles

 Los 3 Arcángeles

        La Iglesia Católica reconoce la existencia de solo tres Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael.

    La existencia de los ángeles es una verdad de fe. Se trata de seres incorpóreos, espirituales, perfectos, creadas por Dios al principio de los tiempos con el objetivo de hacerlos sus siervos y mensajeros. Ellos siempre y para siempre han contemplado el rostro de Dios, listos para precipitarse a cada uno de sus comandos, atentos oyentes y ejecutores de Su palabra.

    Desde la antigüedad, se considera el hecho que las filas angelicales están organizadas en una especie de Corte celestial, en la que los ángeles tienen diferentes grados y dignidades. Los tres arcángeles ocupan las esferas más altas de esta jerarquía angélica. Ellos también tienen tareas similares a las de los ángeles ordinarios, pero sus deberes son aún mayores e importantes. Es su deber contemplar a Dios, día y noche, glorificarlo incesantemente preservando y protegiendo el misterio. Sus mismos nombres sugieren su papel y su propia naturaleza.

        San Miguel

    Su nombre deriva del hebreo Mi-ka-El, que significa “¿quién como Dios?”

Es un guerrero con armadura que blande una espada, o intento de atravesar a un dragón con una lanza, que simboliza el Demonio. De hecho, este es el papel desempeñado por Miguel, la del luchador en la lucha contra los ángeles rebeldes encabezados por Lucifer. Fue él quien llevó a los ejércitos celestiales en la guerra que condujo a la expulsión del Paraíso de los ángeles rebeldes, y desde entonces continúa erigiéndose como el defensor de Dios contra el Maligno y sus engañadores.

El Arcángel Miguel, el ‘guerrero celestial’, es el protector de los espadachines, de los maestros de armas. Sus habilidades como juez de almas también lo han convertido en un patrón de todos los oficios que implican el uso de una báscula como comerciantes, farmacéuticos, pasteleros. También es patrón de la Policía.

        San Gabriel

    Su nombre proviene del hebreo y significa “Poder de Dios” o “Dios es fuerte” y en sus manos lleva un lirio, símbolo de la Anunciación a María. Es uno de los ángeles más cercano al trono de Dios, hasta el punto de ser llamado “la mano izquierda de Dios”. En la tradición cristiana, Gabriel es recordado sobre todo por su papel como mensajero.

    Él reveló a Zacarías el futuro nacimiento de Juan el Bautista, apareció en sueños a José para hacerle desistir de repudiar a María, debido a su embarazo fue la obra del Espíritu Santo, y por supuesto, fue el autor del anuncio a María misma, de su concepción milagrosa y del nacimiento de Jesús. Él trae el mensaje de Dios a los hombres, haciéndolo comprensible para ellos, ayudándolos a ponerse a la escucha con el corazón puro y aceptar la voluntad del Todopoderoso.

    Algunas interpretaciones han querido ver en él al ángel que soplará el cuerno anunciando el Día del Juicio, de acuerdo con el Apocalipsis de Juan. Gabriel es considerado el protector de quienes trabajan en comunicaciones, carteros, embajadores, periodistas y mensajeros.

        San Rafael

    Rafael es el arcángel cuya misión es traer sanación. De hecho, su nombre proviene del hebreo y significa “Medicina de Dios” y se representa con un frasco que contiene medicinas y pescado, patrón de farmacéuticos, viandantes y refugiados.

    Dios lo elige como la guía de Tobías en su viaje para recoger el crédito dejado por su padre. Durante el viaje, Rafael, en forma humana, encuentra una novia adecuada para Tobías y hace recuperar la vista al padre del niño.

    Rafael es considerado el patrón de los jóvenes, los farmacéuticos, los educadores, los viajeros y los refugiados. Su papel como sanador, de “medicina de Dios”, siempre se interpreta como la voluntad de sanar el alma, aliviarla de sus sufrimientos para hacerla dispuesta a recibir a Dios.

    A través de San Rafael, el poder curativo y purificador del amor de Dios desciende sobre nosotros, haciéndonos más dignos, más cercanos a Dios.

miércoles, 28 de julio de 2021

Los 7 Dolores de la Virgen María

 Los 7 Dolores de la Virgen María

    El símbolo de los siete puñales clavados en un corazón es un elemento de la iconografía mariana muy presente en nuestra Semana Santa. Los siete puñales representan los siete dolores de la Virgen María, referidos a los sucesos de la vida, pasión y muerte de su hijo.

        Primer Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.

    Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.

        Segundo Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José

    Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.

        Tercer Dolor: La pérdida de Jesús

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor.  Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.

        Cuarto Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.

        Quinto Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.

        Sexto Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.

        Séptimo Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María

    Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos.

lunes, 26 de julio de 2021

Los símbolos de la Pasión de Cristo

Los símbolos de la Pasión de Cristo 

    Los símbolos de la Pasión de Cristo (Arma Christi) simbolizan el sufrimiento de Cristo, a la vez que aluden a las armas con las que este logró vencer a la Muerte y al Demonio. La representación aislada de los instrumentos de la Pasión. 

            Los símbolos de la Última Cena

        El Santo Grial o cáliz

    El Santo Grial o Cáliz, es el recipiente o copa usada por Jesucristo en la Última Cena. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea es que Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial el cual usó para recoger la sangre y el agua emanadas de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo.

        Las 30 monedas de plata

    Treinta piezas de plata fue el precio por el cual Judas Iscariote traicionó a Jesús de Nazaret, según el Evangelio de Mateo​ en el Nuevo Testamento. Antes de La Última Cena, Judas se dirigió a los sumos sacerdotes y acordó entregar a Jesús a cambio de treinta monedas de plata.

            Los símbolos de la Oración en el Huerto

        El Ángel

    En el momento que Jesús se ofrecía al Padre para consumar la obra de la Redención el Ángel Consolador se apareció a Jesús para fortalecerlo proponiéndole consideraciones que podían aminorare su tristeza y fortalecer las potencias inferiores de su alma, el Ángel no enseñó a Cristo como un maestro que ilumina a un discípulo. Cristo no ignoraba los pensamientos propuestos por el Ángel, pero su razón superior los tomaba en consideración sin permitir a sus potencias inferiores recibir consolación alguna; el Ángel se le apareció de una manera sensible, humana, y le habló exteriormente.

            Los símbolos del Prendimiento

        La linterna o antorcha  

    Utilizada por Judas y por algunos soldados enviados por los sacerdotes principales los cuales iban en multitud para arrestar a Jesús en el Huerto de Getsemaní.

        La espada

    Simón Pedro quién cortó la oreja de Malco, un sirviente de Caifás, el sumo sacerdote. Jesús curó la herida y dijo “todos los que toman la espada perecerán por la espada”.

        Los Bastones

    Utilizados por la guardia romana al momento de arrestar a Jesús. 

        La mano de Caifás

    La mano del sumo sacerdote del sanedrín que abofeteó a Jesús al considerarlo blasfemo. Esta también representa a su vez la de los que golpearon a Jesús. 

        Las cadenas o cuerdas

    Estás sostenían las manos de Jesús la noche que Él pasó en la cárcel.

        El Gallo

    Pedro seguía de lejos a Jesús cuando lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote. Los Apóstoles habían encendido una hoguera en medio del patio y estaban sentados alrededor; Pedro se sentó entre ellos. Una criada de la casa, al ver sentado a Pedro junto a la hoguera, se le quedó mirando y dijo: “Este también estaba con Él”. Pedro lo negó y dijo: “¡Mujer, no le conozco!”. Poco después, otro criado viendo a Pedro dijo: “Tú también eres uno de ellos”. Pedro le respondió: “¡Hombre, no lo soy!”. Pasada como una hora, otro criado aseguraba: “Cierto que este también estaba con Él, pues además es galileo”. Le dijo Pedro: “¡Hombre, no sé de qué hablas!”. Y en aquel momento cuando Pedro aun estaba hablando cantó un gallo, y el Jesús volteo y miró a Pedro, y este recordó las palabras del Jesús, cuando le dijo: “Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces”.  Después de esto Pedro salió de la casa llorando amargamente.

        La túnica inconsútil

    Herodes le realizó unas preguntas a Jesús las cuales no contesto por ese motivo Herodes en forma de desprecio hizo vestir a Jesús una túnica sin costuras. 

        El pilar o columna 

    Nuestro Señor fue atado públicamente a una columna para ser sometido a la flagelación, ejecutada por dos verdugos romanos, mediante un instrumento de tortura generalmente mortal por su efecto de desangrar y descarnar. Jesús fue atado a esta columna en forma tal que sus verdugos pudiesen tener su espalda ampliamente expuesta ante ellos a fin de flagelar desde los hombros hasta la porción inferior de la espalda y los muslos en su parte posterior.

        El flagelo o látigo 

 Era un látigo con mango corto y con varias cadenas finas de hierro que terminaban en pequeños pesos, con el que le produjeron mucho daño a Jesús después de los 39 latigazos que recibió en la espalda y en los muslos.  

        La vara de abedul

    Instrumento de castigo corporal que utilizaron para golpear el rostro de Jesús y que utilizaron para dárselo en forma de cetro a Jesús y que fuera medio de burla. 

            Las Uñas del flagelo

        Estas  fueron utilizadas por los soldados que azotaron a Jesús para causarle las 4 heridas de los antebrazos y los de la espalda. 

           La Clámide púrpura

        Esta  fue usada para cubrir a Jesús cuando lo coronaron y poco antes de ser flagelado.

           La Corona de Espinas

        Los soldados romanos se la colocaron a Jesús durante su pasión. Tenía una doble función: humillar a Jesús coronándolo como rey de los judíos, en tono de burla y provocarle daño y dolor.

                El camino del Calvario

         La Cruz

        Esta representa la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado y rescató a la humanidad de la condenación.

           El velo de la Verónica

        Cuando Jesús iba de camino al Calvario se encontró a una mujer llamada Verónica la cual le secó la sangre que le escurría por el Rostro y al momento de ella ver su velo quedó impregnado el Rostro de Jesús en el.

                La crucifixión 

            Las tres cruces

        Eran las tres cruces que se encontraban en el monte Calvario cuando crucificaron a Jesús junto con dos delincuentes llamados Dimas quien era el ladrón bueno y Gestas quien era el ladrón malo.

            Los Dados

        Estos fueron con los que los soldados se pusieron a apostar las vestimentas de Jesús.

            El Martillo y los tres Clavos

        Estos fueron utilizados en el Monte Calvario para sostener las manos y los pies de Jesús a la cruz.

            El título I.N.R.I.

        Este fue colocado en la punta superior de la cruz para que todos vieran el mensaje que decía "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos".

            La Jarra y la caña con una Esponja

        La jarra contenía la hiel y el vinagre en donde remojaron la esponja para darle de beber a Jesús cuando estaba en la Cruz.

            La Lanza 

        Esta fue utilizada por un soldado romano llamado Longino con la que atravesó el costado de Jesús del cual brotaron agua y sangre.

            El sol, la luna y una estrella

        Estos tres forman un eclipse total de sol el cual se produce en el momento de que Jesús entregara su alma al Padre.

            La Calavera 

        Está representa la redención del primer hombre en la tierra y el nombre Gólgota que era el monte en donde Jesús fue crucificado.

                El Descendimiento y Entierro

            Las Escaleras 

        Estas fueron utilizadas por José de Arimatea y Nicodemo quienes descendieron a Jesús de la cruz.

            Las Tenazas 

        Utilizadas para quitar los clavos de las manos y pies de Jesús al momento del descendimiento.

            Mirra

        Utilizada en el sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús antes de enterrarlo.

            El Sudario

        Utilizado para envolver el cuerpo de Jesús en la tumba y poderlo sepultar. 

miércoles, 21 de julio de 2021

Los 12 Apóstoles

 Los 12 Apóstoles

    Luego de su bautismo, y de su ayuno en el desierto, el Señor eligió, de entre sus discípulos, a los doce apóstoles. 

    A fin de recibir inspiración de su Padre, para elegir a quienes serían los líderes principales de su Iglesia, el Señor se apartó a un monte para orar, y pasó la noche orando a Dios: 

    Cuando era de día, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales llamó Apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro y Andrés; Santiago y Juan; Santiago y Judas; Felipe; Bartolomé; Mateo; Tomás; Simón y Judas Iscariote.

    No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes, y los he puesto para que vayan y lleven fruto, y nuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se los dé.

    Jesucristo mismo constituyó a unos Apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del Ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todos leguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios.

        Pedro

    Simón Pedro, hijo de Jonás, era un pescador que vivió en Betsaida y Capernaúm. Hizo trabajo evangelístico y misionero entre los judíos, yendo tan lejos como a Babilonia. Fue un miembro del Círculo Interno y escribió las dos epístolas del Nuevo Testamento que llevan su nombre. La tradición dice que fue crucificado en Roma con la cabeza hacia abajo.

        Andrés

    Andrés era el hermano de Pedro, e hijo de Jonás. Vivió en Betsaida y Capernaúm y era pescador antes de que Jesús lo llamara. Originalmente fue un discípulo de Juan el Bautista. Andrés trajo a su hermano Pedro a Jesús. Él es el primero en tener el título de Misionero en Casa y en el Extranjero. Es reclamado por tres países como su Santo Patrono: Rusia, Escocia y Grecia. Varios estudios dicen que predicó en Sitia, Grecia y Asia Menor.

        Santiago, el Anciano

    Santiago, el Anciano, Boanerges, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Juan el Apóstol; un pescador que vivió en Betsaida, Capernaúm y Jerusalén. Predicó en Jerusalén y Judea y fue decapitado por Herodes, en el año 44 DC. Fue un miembro del Círculo Interno, llamado así porque estaba formado por los que recibieron privilegios especiales. El Nuevo Testamento nos cuenta muy poco sobre Santiago. Su nombre nunca aparece separado del de su hermano Juan. Ellos eran un dúo inseparable. Fue un hombre de coraje y espíritu de perdón, un hombre sin envidia, viviendo a la sombra de Juan, un hombre de extraordinaria fe. Fue el primero de los doce en convertirse en mártir.

        Juan

    Juan Boanerges, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Santiago, el apóstol. Fue conocido como el discípulo amado. Un pescador que vivió en Betsaida, Capernaúm y Jerusalén y fue miembro del Círculo Interno. Él escribió el Evangelio según San Juan, 1º de Juan, 2º de Juan, 3º de Juan y Apocalipsis. Predicó entre las iglesias de Asia Menor. Desterrado en la Isla de Patmos, fue más tarde liberado y murió de muerte natural. Juan fue uno los apóstoles prominentes. Es mencionado en varios lugares en el Nuevo Testamento. Fue un hombre de acción; era muy ambicioso; y un hombre con un temperamento explosivo y un corazón intolerante. Su segundo nombre fue Boanerges, el cual significa Hijo del Trueno. Él y su hermano Santiago vinieron de una familia de mejor posición que el resto de los apóstoles. Siendo que su padre contrataba sirvientes en su negocio pesquero él pudo haberse sentido por sobre el resto. Estuvo muy cerca de Pedro. Actuaron juntos en el ministerio. Pedro, sin embargo, era siempre el vocero del grupo.

        Felipe

    La tradición dice que Felipe predicó en Phrygia y murió como mártir en Hierapolis. Felipe vino de Betsaida, el pueblo del cual Pedro y Andrés vinieron (Juan 1:44). El parecido es que él, también, fue un pescador. Aunque los primeros tres Evangelios registran su nombre, es en el Evangelio de Juan que Felipe se vuelve una personalidad viviente.

        Bartolomé

    Bartolomé Natanael, hijo de Talmai, vivió en Caná de Galilea. El nombre de Bartolomé aparece en cada lista de los discípulos. Este no era el primer nombre, no obstante, fue su segundo nombre. Su primer nombre probablemente era Natanael, a quién Jesús llamó “un verdadero Israelita, en quien no hay engaño.”

    La tradición dice que fue misionero en Armenia. Un número de estudios cree que fue el único discípulo que provino de sangre real, o de una familia noble. Su nombre significa Hijo de Tolmai o Talmai. Talmai fue rey de Gesur.

    El Nuevo Testamento nos da muy poca información sobre él. La tradición indica que fue un gran investigador de la Escritura y un estudioso de la ley y los profetas. Se transformó en un hombre de rendición completa al Carpintero de Nazaret, y uno de los misioneros más aventureros de la Iglesia. Se dice de él que predicó con Felipe en Phrygia y Hierápolis; también en Armenia. La Iglesia de Armenia lo reclama como su fundador y mártir. Sin embargo, la tradición dice que él predicó en India, y su muerte parece haber tenido lugar ahí. Murió como un mártir por su Señor. Fue despellejado vivo con cuchillos.

        Mateo

    Mateo, o Leví, hijo de Alfeo, vivió en Capernaúm. Fue un publicano o cobrador de impuestos. Él escribió el evangelio que lleva su nombre. Murió como mártir en Etiopía.

    El llamamiento de Mateo al grupo apostólico es mencionado en Marcos, Mateo y Lucas. De estos pasajes aprendemos que Mateo también fue llamado Leví. Era una costumbre común en el Medio Este en la época de Cristo que los hombres tuvieran dos nombres. El nombre de Mateo significa “un regalo de Dios”. El nombre Leví le pudo haber sido dado por Jesús. Es interesante que Santiago el menor, quien fue uno de los doce apóstoles, fue hermano de Mateo, también el hijo de Alfeo. Aunque sabemos poco sobre Mateo personalmente, el hecho sobresaliente sobre él es que fue un recaudador de impuestos.

        Tomás

    Tomás Dídimos vivió en Galilea. La tradición dice que trabajó en Parthia, Persia e India, sufriendo martirio cerca de Madras, en el Monte Santo Tomás, India.

    Tomás fue su nombre hebreo y Dídimos su nombre griego. Mateo, Marco y Lucas no nos cuentan nada sobre Tomás excepto su nombre. Sin embargo, Juan lo define más claramente en su Evangelio. Tomás apareció en la resurrección de Lázaro, en el Aposento Alto donde quiso saber cómo conocer el camino a donde Jesús estaba yendo. En Juan lo vemos diciendo que a menos que vea las marcas en las manos de Jesús y en su costado, él no iba a creer. Por esto Tomás llegó a ser conocido como Tomás el incrédulo.

        Santiago, el Menor (o Más Joven)

    Santiago, el menor o más joven, hijo de Alfeo, o Cleofás y María, vivió en Galilea. Fue el hermano del Apóstol Judas.

    De acuerdo a la tradición él escribió la Epístola de Santiago, predicó en Palestina y Egipto y fue crucificado en Egipto. Santiago fue uno de los discípulos menos conocido. Algunos estudiosos creen que fue el hermano de Mateo, el recaudador de impuestos. Santiago fue un hombre de carácter fuerte y un tipo de los más ardientes. La tradición nos cuenta que él también murió como un mártir y su cuerpo fue cortado en pedazos.

        Simón

    Simón, el Zelote, uno de los apenas conocidos seguidores llamado Cananista o Zelote, vivió en Galilea. La tradición dice que fue crucificado.

    El Nuevo Testamento nos dice prácticamente nada sobre él personalmente excepto que dice que era un Zelote. Los zelotes eran nacionalistas judíos fanáticos quienes tuvieron desatención heroica por el sufrimiento envuelto y la lucha por lo que ellos consideraron como la pureza de su fe. Los zelotes fueron enloquecidos con el odio por los romanos.

        Judas Tadeo

    Judas Tadeo, o Lebeo, hijo de Alfeo o Cleofás y María. Fue hermano de Santiago el más joven. Fue uno de los apóstoles de los que se sabe poco y vivió en Galilea. La tradición dice que predicó en Asiria y Persia y murió como mártir en Persia.

    Por su carácter fue un intenso y violento nacionalista con el sueño de poder mundial y dominio del pueblo escogido. Según los registros del Nuevo Testamento él le preguntó a Jesús en la Última Cena, “¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?” Judas Tadeo estaba interesado en dar a conocer a Cristo al mundo. No como un Salvador sufriente, sino más bien, como un Rey gobernante. Nosotros podemos ver claramente por la respuesta que Jesús le dio, que el camino del poder nunca se puede reemplazar por el camino del amor.

    Se ha dicho que Judas fue a predicar el Evangelio en Edesa cerca del Río Éufrates. Allí sanó a varios y muchos creyeron en el nombre del Maestro. Judas fue desde allí a predicar el Evangelio en otros lugares. Fue asesinado con flechas en el Ararat.

        Judas Iscariote

    Judas Iscariote, el traidor, fue el hijo de Simón quien vivió en Kerioth de Judá. Él traicionó a Jesús por treinta piezas de plata y luego se ahorcó.

    Judas, el hombre que llegó a ser el traidor, es el enigma supremo del Nuevo Testamento porque es muy duro ver como alguien que estuvo tan cerca de Jesús, que vio tantos milagros y oyó muchas de las enseñanzas del Maestro pudo entregarlo en mano de sus enemigos.

    Su nombre aparece in tres listas de los 12 Apóstoles. Se dice que Judas vino de Judá, cerca de Jericó. Él era un judío y el resto de los discípulos eran Galileos. Era el tesorero del grupo y estaba entre los que lideraban conversaciones.

    Se dice que Judas era un judío nacionalista violento que siguió a Jesús con la esperanza de que a través de Él sus sueños y su llama nacionalistas pudieran ser realizados. Nadie puede negar que Judas fuera un hombre codicioso y a veces usó su posición como tesorero del grupo para tomar dinero del monedero común.

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